Un economato es como como una pequeña “tienda” o mini supermercado que existe en cada uno de los módulos de una prisión española. El café y el tabaco, sin duda, son los productos que más se compran en los economatos de las prisiones. Los trabajadores del centro penitenciario, incluidos los miembros del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, también pueden comprar dentro del economato.
En estas pequeñas tiendas existe un poco de todo: productos de alimentación, de limpieza, de droguería, de aseo personal, tabaco, café, refrescos, bolígrafos, etc. Lo que no encuentran los internos en los economatos lo pueden pedir a través del servicio de demandadero, mediante instancia. Si los productos solicitados no atentan contra las normas de seguridad de la prisión, el demandadero los adquiere en tiendas del exterior.
Los precios de los productos son más baratos que en el exterior de la cárcel. Aún así, la inflación también se ha notado en los economatos de las prisiones, donde han subido los precios casi un 30%. Un café, por ejemplo, ha pasado de 40 a 50 céntimos aproximadamente; una coca-cola, de 53 a 63 céntimos; y un paquete de tabaco, de 4,75 a €5,10. La lista de precios de los economatos la establece la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Esta adquiere los productos generalmente de forma centralizada y los distribuye en los distintos centros penitenciarios, salvo en Cataluña y el País Vasco, que tienen las competencias delegadas. Los economatos de las prisiones de Cataluña llegaron a rebajar en 2020 los precios en más de un 20%. Ello fue posible después de que el Centre d’Iniciatives per a la Reinserció (CIRE) recuperara el servicio, que había estado externalizado desde 2009. El CIRE es una empresa pública de la Consejería de Justicia de Cataluña.
Cada módulo tiene dos “economateros”, que son internos que han generado cierta confianza en el Centro Penitenciario. Deben responder de cualquier incidencia que se produzca en el inventario semanal (recuento de productos vendidos y existencias). Los economatos suelen abrir entre las 9 y las 10:30 de la mañana, justo después del desayuno y del reparto de medicación, así como después de la comida y la cena. Aunque varía de unos centros a otros.
Los internos en prisión no pueden tener dinero físico. Para comprar en el economato utilizan una tarjeta de peculio, que es como una tarjeta monedero que les proporciona la prisión y donde sus familiares (o allegados autorizados) les pueden ingresar dinero los jueves. Pueden recibir hasta 100 euros por semana. En esa cuenta pueden recibir además ingresos propios o de ayudas externas. Y la utilizan también para llamar por teléfono desde las cabinas del módulo.
El caso de Dani Alves (jugador de origen brasileño de fútbol que jugaba antes en el Fútbol Club Barcelona) ha sido muy mediático debido a su reciente ingreso en prisión. Parece haberse filtrado a la prensa que algunas de las cosas que ha comprado el futbolista en el economato son: yogures por 50 céntimos, latas de atún por 88 céntimos, desodorante por €2,39, champú por €2,42 y bebidas energéticas por €1,50. Dani Alves no ha querido comprar una televisión para estar así más desconectado de la opinión pública sobre su imagen.
Según mi experiencia, el economato es uno de los servicios más valorados por los reclusos y es esencial para mantener el orden dentro de los centros penitenciarios. Hace pocos días (27 de enero de 2023) hubo un fallo informático que ha afectado al servicio de contablidad de los economatos en toda España. Los funcionarios de prisiones llevan varios días teniendo que realizar anotaciones manuales de las compras de los internos. Este suceso ha provocado numerosas dificultades en todas las áreas de gestión de las prisiones y una vuelta a los procedimientos de control manual. Estaremos atentos a ver si se soluciona el caos informático en las prisiones españolas antes del jueves. En caso contrario, y de no recibir los internos la recarga semanal en su cuenta de peculio, sospecho que puede tener lugar una situación poco agradable para ellos y para los funcionarios que tengan que dar la cara por lo ocurrido. De momento Instituciones Penitenciarias no ha dado explicaciones del origen del fallo informático y no se sabe cuánto puede prolongarse en el tiempo.
Jurista del Cuerpo Superior Técnico de Instituciones Penitenciarias
12 años de experiencia en prisiones. Autora de juristadeprisiones.com desde 2014, un blog en torno al desconocido mundo de la cárcel. Aboga por un reconocimiento real del papel de la Criminología en las prisiones. Actualmente en excedencia voluntaria.
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