Juan Leandro

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17:39

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Sacrificios del opositor y consejos para el estudio

La elección voluntaria y personal de estudiar unas oposiciones conlleva una alta responsabilidad personal e intransferible ya que única y exclusivamente depende de uno mismo. Estamos acostumbrados a esforzarnos a cambio de una recompensa, la cual suele ser el salario que nos pagan por trabajar por cuenta ajena o propia siendo autónomo. Estudiar una oposición conlleva un esfuerzo titánico y hercúleo con la incertidumbre de si lograremos aprobar plaza o no, lo cual nos hace dudar y temer que tantas horas dedicadas a estudiar no nos sirvan para lograr el objetivo propuesto. Prepararse unas oposiciones supone un sacrificio de lo más valioso que tenemos que es nuestro tiempo de vida, citando al gran Pepe Mújica, “cuando compramos un bien material no nos cuesta dinero sino el tiempo de nuestra vida que hemos dedicado a trabajar para poder gastar ese capital”. 

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Analizar a qué oposición presentarse es clave

En primer lugar, es fundamental estudiar bien el tipo de oposición que queremos preparar (funcionario de prisiones es una buena opción). Una vez elegida deberemos de centrarnos en el temario y optar por apuntarnos a una academia o prepararla por nuestra cuenta y riesgo. El siguiente paso es adaptar nuestras circunstancias familiares, laborales y personales al tiempo de estudio que queremos dedicar porque es clave aprovechar el tiempo de estudio disponible y que por supuesto sea de calidad. Es absurdo e inútil sentarnos a calentar la silla durante ocho o diez horas si estamos consultando el celular cada diez minutos, nos engañamos a nosotros mismos si nos distraemos con redes sociales, series o vídeos de entrañables cachorros de leones en internet. Es mucho más práctico y eficaz estudiar dos o tres horas diarias plenamente concentrados, dejando el móvil en otra habitación y concentrando todo nuestro tiempo y energía en estudiar y asimilar conceptos.

Lugar y ambiente de estudio

El siguiente paso es acondicionar nuestro lugar de estudio que con el paso de los meses será nuestro particular “opozulo”, un lugar ventilado y bien iluminado que nos permita no ser importunados ni molestados con cierta frecuencia para no romper nuestra concentración. Puede ser nuestra vivienda o una biblioteca pública, donde tendremos el temario a mano y bien organizado para consultarlo de forma rápida y sobre todo que tanto la mesa como la silla sean ergonómicos. La comodidad y una correcta postura corporal son vitales para no agotarnos ni sufrir dolores innecesarios, son muchas horas durante meses seguidos y por lo tanto necesitamos sentirnos cómodos y relajados para que no suponga un castigo físico el sentarnos a estudiar.

Disciplina de estudio y constancia

Prepararse unas oposiciones es una carrera de fondo repleta de obstáculos, porque siempre vamos a encontrar algo mejor que hacer que estudiar debido a las numerosas ofertas de ocio que tenemos al alcance de nuestra mano. Puestos a elegir preferimos siempre disfrutar de nuestro tiempo libre con amigo/as o familiares antes que sentarnos delante de un temario, la constancia y el sacrificio nos acompañarán durante largos y tediosos meses, pero si aprobamos tendremos muchos años por delante para disfrutar de la vida. El ejemplo puede ser ir caminando desde España hasta Alemania, en principio nos puede parecer algo imposible, pero si caminamos todos los días un poco al final acabaremos llegando.

Pensamiento estoico a largo plazo

La renuncia al ocio y tiempo libre es dura y amarga porque la vida es aquí y ahora, hemos venido a esta vida a disfrutar y lo del “carpe diem” lo tenemos bien asimilado, sin embargo, el estoicismo del medio y largo plazo ya nos cuesta más trabajo de asimilar. Es muy importante también practicar deporte dos o tres veces por semana para desconectar y purificar cuerpo y mente, ya lo decían los griegos clásicos con “mens sana in corpore sano” y fueron las personas más sabias de toda la historia de la humanidad. La alimentación también es clave: desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. La dieta debe contener frutas, verduras y ensaladas, así como beber agua en abundancia durante nuestras largas horas de “opozulo”. Además, igual de importante es realizar pausas cada dos horas y realizar ejercicios de estiramientos para relajar la musculatura. Y por último, las horas de sueño suficientes y de calidad son esenciales para recargar energía y para que el cerebro asimile todo lo estudiado cada día.

La mentalización y la ilusión de ser funcionario público debe ser nuestro motor, visualizar que vamos a aprobar y trabajar duro para ello porque tan sólo cuentan el mérito y la capacidad para obtener nuestra plaza, ya que no existen “enchufes” ni contactos que nos aúpen sobre los demás aspirantes al ser una convocatoria de empleo pública donde reina la igualdad y la meritocracia. Autor: Joaquín Manuel Cuevas Ortiz

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